lunes, 3 de mayo de 2010

Potage.

A veces es mejor dejar que tus emincé de puerro se frían al son del tiempo inexorable dentro de la mantequilla que se ha vuelto tu corazón, porque apenas empezaste, lo vertiste en la olla. Así también es el dejar que la papa tome textura y baile a su placer dentro del fondo que pusiste en la cacerola; así como el fondo de tu ser también hace danzar tus plaquetas y glóbulos. Es así como dejándolo todo en la olla, salvo una pizca, que usarás en la presentación, el potage será una parte de ti que compartes con tus comensales.



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